La dificultad para iniciar o mantener el flujo urinario. Suele aparecer de forma gradual y en ocasiones pasa inadvertida hasta la retención urinaria. Es más común en hombres de edad avanzada afectados por agrandamiento de la glándula prostática. También se puede producir por infección del tracto urinario, prostatitis, algunos fármacos, síndrome de la vejiga tímida en personas jóvenes y trastornos neurológicos.
El tratamiento varia de acuerdo a la causa que lo produce.