La incontinencia imperiosa es la fuga o escape de orina debido a la contracción inapropiada y repentina de los músculos vesicales. A menudo, estas contracciones suceden sin importar la cantidad de orina que hay en la vejiga.
Aunque la incontinencia imperiosa puede presentarse en cualquier persona a cualquier edad, es más común en las mujeres y en las personas de edad avanzada.
En la mayoría de los casos de incontinencia imperiosa, no puede identificarse una causa específica. La incontinencia imperiosa puede resultar de:
- Cáncer vesical.
- Inflamación de la vejiga.
- Obstrucción de la salida de la vejiga.
- Cálculos en la vejiga.
- Infección.
- Enfermedades neurológicas (como la esclerosis múltiple).
- Lesiones neurológicas (como lesión de la médula espinal o accidente cerebrovascular).
- En los hombres, puede deberse a cambios en la vejiga causados por hipertrofia prostática benigna.
- Molestia o distensión abdominal.
- Micción frecuente durante el día y la noche.
- Pérdida involuntaria de orina.
- Necesidad urgente de orinar (urgencia de orinar) que aparece repentinamente.
La elección de un tratamiento depende de la severidad de los síntomas y de qué tanto
interfieren con el estilo de vida de la persona. La incontinencia urinaria es un problema
prolongado (crónico). Aunque la persona se puede curar con tratamiento, deben
continuar acudiendo al médico para evaluar el progreso de sus síntomas y vigilar las
posibles complicaciones del tratamiento.
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carbonatadas, comidas muy acidas y condimentadas.
Un programa de readaptación de la vejiga implica
conocer los patrones de los episodios de incontinencia, consiste en establecer un horario de los momentos en que la persona debe intentar orinar y tratar conscientemente de demorar la micción entre estos momentos. A medida que la persona se vuelve experta para esperar, gradualmente debe incrementar los intervalos de tiempo en media hora, hasta que llegue a orinar cada tres a cuatro horas.
El principio que está detrás de los ejercicios de Kegel es fortalecer los músculos del piso pélvico para mejorar el funcionamiento del esfínter uretral. Consiste en al contracción reiterada de los músculos pélvicos varias veces al día. El éxito de los ejercicios dependerá de la técnica apropiada y
del estricto cumplimiento de un programa regular de ejercicios. Son ejercicios básicos tanto para la prevención como para el tratamiento de la incontinencia de esfuerzo.
La biorretroalimentación y la estimulación eléctrica pueden emplearse para ayudar a identificar el grupo correcto de músculos a trabajar, para asegurarse de
estar realizando los ejercicios de Kegel en forma correcta.
Los medicamentos que se emplean para tratar la incontinencia imperiosa relajan la contracción involuntaria de la vejiga y ayudan a mejorar su funcionamiento.
. Agentes anticolinérgicos: La oxibutinina (ditropan) y la tolterodina (detrol) son los medicamentos de uso más frecuente en a I. imperiosa y actúan relajando el músculo liso de la vejiga.
. Medicamentos antiespasmódicos (flavoxato).
. Antidepresivos tricíclicos (imipiramina, doxepina).
La cirugía está reservada para pacientes que estén muy debilitados a causa de su incontinencia y tengan una vejiga inestable (contracción inapropiada severa) y poca capacidad para almacenar orina.