Hipertensión es el término utilizado para la presión arterial alta (superior a 140/90 si no existen otras patologías o factores de riesgo cardiovasculares asociados).
El número superior corresponde a la presión sistólica, la presión creada cuando el corazón late. Se considera alta si constantemente está por encima de 140. El número inferior corresponde a la presión diastólica, la presión dentro de los vasos sanguíneos cuando el corazón está en reposo. Se considera alta si constantemente está por encima de 90.
La mayor parte de las veces no se identifica una causa, lo cual se denomina hipertensión esencial. La hipertensión que resulta de una enfermedad, hábito o medicamento específico se denomina hipertensión secundaria.
Muchos factores pueden afectar la presión arterial, incluyendo la cantidad de agua y sal en el organismo, el estado de los riñones, del sistema nervioso o de los vasos sanguíneos, y los niveles de las diferentes hormonas en el cuerpo.
La mayor parte del tiempo, no se presentan síntomas y si se presenta alguno de los siguientes suele ser signo de complicación o presión arterial peligrosamente alta.
- Confusión.
- Dolor en el pecho.
- Zumbido o ruido en el oído.
- Latidos cardíacos irregulares.
- Hemorragia nasal.
- Cansancio.
- Cambios en la visión.
de factores de riesgo cardiovasculares añadidos u otras enfermedades se realiza el diagnostico.
El objetivo del tratamiento es reducir la presión arterial de tal manera que el riesgo de complicaciones sea menor.
- Perder peso, en caso de tener sobrepeso, ya que el exceso de peso le agrega tensión al corazón. En algunos casos, la pérdida de peso puede ser el único tratamiento necesario.
- Hacer ejercicio de manera regular.
- Consumir una dieta sana. Se recomienda disminuir la ingesta de grasa y sodio (la sal, el glutamato monosódico y el bicarbonato sódico contienen sal). Igualmente se recomienda comer más frutas, verduras y fibra.
- Evitar el tabaco.
- Mantener el azúcar en la sangre bajo control, en caso de ser diabético.
Existen multitud de fármacos utilizados para el control de la hipertensión, pero el cambio en el estilo de vida y el control medico periódico sigue siendo necesario pese a tomarlos.